Twitter Facebook Google Plus LinkedIn RSS Feed Email

La primera cita a ciegas no salió como esperaba

jueves, 8 de mayo de 2014


¡¡¡¡NUEVO RELATO!!!!Reencuentro con mi amor adolescente

Acaba de cambiarme de departamento a uno más grande y el antiguo inquilino tenía contratado internet con la compañía telefónica. Todavía no era frecuente el uso tan extendido de la red como ahora pero por simple curiosidad le confirmé que me traspasara toda la línea con la tarifa de internet incluida.
Me compré el modem de 28.8 kb con toda la ilusión del mundo deseando escuchar ese insoportable zumbido que emitía para conectar a la famosa red mundial.
Era emocionante pensar que desde mi casa y bien tranquilo podría empezar a navegar por todo el mundo absorbiendo cantidad de información que mi mente estaba impaciente por saber. No exagero cuando digo que me amanecí la primera noche que probé sentado delante de mi pantalla de 14 pulgadas con un filtro robado de la oficina donde trabajaba. 

Por suerte era viernes en la noche y cuando amaneció no tenía que ir a trabajar, tenía todo el día para dormir y para descansar del dolor de cabeza que me produjo estar tantas horas seguidas delante de la computadora.
Sólo pude descansar un par de horas, mi excitación por tener todo el mundo en mi computadora me impedía conciliar el sueño y volví a levantarme para seguir experimentando esa sensación creyendo que podría terminarse.

Netmeeting e irc fueron los primeros programas que utilizaba cada noche para conectar con personas de todos sitios para solo escribirnos por el gusto de disfrutar el poder hablar con alguien al otro lado del mundo, de Venezuela fue la primera persona con la que entablé conversación desde un canal del irc antiguo que se llamaba #mundogay. Descubrí los canales gay de varios programas y era tal la ansiedad por terminar de trabajar y llegar a casa para conectarme con gente como yo que llegó a preocuparme mi adicción.

Sólo uno de mis amigos entendía mi enganche con internet y el mismo fue el que me iba descubriendo cosa nuevas en la red. Una de ellas fue el “chat hispano” donde había canales de todas las ciudades, incluida la mía.

Obviamente fue a lo primero que entré cuando llegue a casa y para mi sorpresa se conectaban muy pocos todavía, apenas ocho integrantes habían cuando entré la primera vez, pero hablé con todos cualquier clase de cosas.

“Koke43” era con quien hablaba diariamente, un profesor de instituto según decía, aunque nunca le creí, su forma de expresarse no lo demostraba. ¿Quién en su sano juicio daría datos reales a alguien que no conociese? Yo era el primero que mentía sobre mi edad, mi profesión y desde luego con mi dirección.

- ¡Quedemos para tomarnos un café! Mi interlocutor insistía cada día sin darse por vencido de mis negativas.

A mi me daba mucho morbo, pero el miedo me impedía vernos en persona, el juego era divertido hasta que insistía en vernos. Pero llegó ese día. Ya hablamos como una semana y erróneamente mi mente decía que podría confiar en el, se notaba una persona normal y consecuente a diferencia de los demás con los que hablaba.

- Mañana a las 19.00 en la cafetería de PRYCA. Acepté por la insistencia.
- Perfecto, me viene genial, vivo cerca. Koke43 se mostró entusiasmado.
- Pero nos tomamos un café tranquilamente, que sepas que es la primera cita a ciegas que tengo en mi vida, estaré nervioso así que no me presiones ¿ok?.

Mi advertencia era en serio, jamás había tenido una cita sin conocer a la otra persona antes y nada mas cortar la comunicación mis nervios no me dejaron tranquilo en toda la noche. ¿Porqué le habré dicho que sí?, la pregunta me golpeaba la cabeza a cada momento, la cual no paraba de pensar en todo lo malo que podría pasar.
Conseguí dormirme aceptando que era gilipoyas. Mañana sería otro día.

Llegó la hora y todavía estaba dudando si ir o no, si no iba tendría que dejar de utilizar el chat por un tiempo para no encontrármelo y eso en ese momento no era una opción, podría ponerle alguna excusa tonta que no se creería… pero no, me armé de valor y con puntualidad británica me presenté en la cafetería aparentando total naturalidad.

El primer vistazo no me enseñó a nadie con la descripción que me había dicho; 43 años, robusto, sobre 1.75 de estatura y 92 kg de peso.
Me quedé en la barra disfrutando de un capuchino de mocca y controlando desde mi atalaya todo el movimiento de gente que entraba y salía del bar hasta que alguien que podría cuadrar con la definición entró.
Calvo, con el poco pelo que le quedaba rapado militarmente, fuerte y con un cuello escaso que le daba apariencia bruta.

- ¡Antonio! Exclamé. Que bueno está joder, pensé.

El cuñado de mi amigo Leo era toda la descripción que Koke43 me había dicho, que lástima que no fuese el me dije, con ese si tendría yo una buena noche de juerga.

- ¿Qué haces aquí? Antonio poniéndose al lado mío pidió un expreso.
- Estoy esperando a un amigo, he quedado aquí con él.
- Y como siempre llega tarde ¿no? El cuñado de Leo sabía de mi obsesión por la puntualidad.
- Sí, lo de siempre… contesté algo molesto.

Entre sorbo y sorbo de café fuimos comentando obviedades inútiles mientras no dejaba de perder de vista la puerta del local esperando que mi “amigo” apareciese. Cada vez que uno que se acercaba a la descripción el corazón me daba un vuelco y mis nervios aparecían. Antonio me acompañaba en mi vigilancia soltando una sonrisita cuando me daba cuenta que no era ninguno.

- Son iguales que yo. Dijo con una sonrisa autocomplaciente.
- Sí, ya sabes que a mi me va los osazos fuertes, ja ja.
- Y conmigo nunca quieres nada… su sorbo de café se hizo mas largo esperando mi reacción.
- Tu estas casado con una amiga y eso es sagrado, pero ya quisiera yo pillar a un tío como tu. Le fui sincero medio en broma medio en serio, Antonio siempre aceptaba mis comentarios de buen grado.
- Eso es mi problema, no el tuyo. Con sus ojos clavados en los míos me dejó pensativo al ver la seriedad con lo que lo dijo.

Quitándole importancia al comentario continuamos vigilantes a la puerta pero mi cita parecía haberse arrepentido, ya pasaban treinta minutos de la hora y perdí la esperanza de encontrarlo. Mejor, pensé… Estaba con Antonio que aunque no tenía posibilidades amatorias con él siempre pasábamos un buen rato hablando, era muy agradable y yo con sólo verlo me excitaba, por lo tanto no había perdido la tarde por completo. En cuanto llegara a casa me masturbaría pensando en el, ya lo hacía frecuentemente cada vez que iba a casa de Leo y lo veía.

- Me voy ya Antonio, éste se ha arrepentido de venir. Era una cita a ciegas. Le confesé
- Espera no te vayas, te invito a un cubata, no tengo prisa.
- Ok, así me quito el mal sabor de boca de que me hayan dejado plantado. Mi sonrisa indicaba molestia pero no era nada importante.
- No te han dejado plantado “SinRumbo”.

Mi cara cambió de color al oír en su boca el nick que utilizaba en el chat, pero Antonio me indicó que me fuese para una mesa, que él llevaba las bebidas. Nos sentamos en una de las mesas de la esquina apartadas del tumulto que había en la barra y mis ojos le interrogaban antes de que se sentara.
Sin dilación y una vez sentado con la copa de ron y cola en la mano se explicó:

- Mi cuñado me lo contó todo, el también quiere ponerse internet y su argumento era que tu ya lo tenías y estabas entrando a eso de los chat conociendo a tíos buenos. Me contó que te ponías “SinRumbo” y no pude evitarlo, yo ya tengo internet aunque Leo no lo sabe, el e-mail lo utilizo mucho con mi empresa para los trabajos.
- ¿Pero entonces tú eres “Koke43”?. Seguía sin dar crédito.
- Sí, yo soy el que ha estado hablando contigo toda esta semana, el profesor.

No supe que decir, le había contado cosas íntimas en nuestras conversaciones, incluido todo lo que mas me gustaba hacer en el sexo, me sentí avergonzado y sin saber como reaccionar.

- Soy bisexual Jose, y no sabía como entrarte, me gustaría tener sexo contigo y la única forma que se me ocurrió era esta. Su sinceridad me conmovió pero aún seguía en shock.
- Lo peor de todo es que tú me pones muy cachondo Antonio, pero nunca he intentado nada porque eres de mi entorno y no quiero que se joda nada con Leo.
- No tiene porqué enterarse, pero si te sientes incomodo me voy y aquí no ha pasado nada. Sentenció

Su disposición a poner soluciones a cada problema que a mi se me ocurrían comenzó a excitar mi deseo por ver el suyo de estar conmigo.

- Además, continuó, yo sólo quiero sexo, ya tengo pareja y estoy muy a gusto con ella.

Eso era lo que quería oír, ese fue el pistoletazo de salida para levantarme e invitarlo a ir a mi casa. El sexo fue salvaje esa primera vez, todo lo que hablamos por el chat lo hizo como el que tiene relaciones por primera vez, fue excitante verlo como disfrutaba mientras me penetraba y sobre todo comprobar que realmente yo le gustaba pues se regocijó una vez terminado el sexo besando mis labios sin descanso.

Nuestros encuentros se hicieron muy frecuentes y nuestras llamadas perdidas al móvil nos indicaban que esos días nos teníamos ganas, pero progresivamente fui dejando de visitar a Leo y su entorno, no quería mezclar lo que empezaba a sentir por Antonio aun sabiendo que jamás podríamos tener una relación normal. Mejor así…

¡¡¡¡NUEVO RELATO!!!!Reencuentro con mi amor adolescente

1 comentario:

 
Copyright © -2012 Relatos Gay de Paca Oros All Rights Reserved | Template Design by Favorite Blogger Templates | Blogger Tips and Tricks