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Siempre hay una primera vez

sábado, 22 de marzo de 2014




¡¡¡¡NUEVO RELATO!!!!Reencuentro con mi amor adolescente

Ramón siempre venía a pasar el mes de julio con sus abuelos en el pueblo, vivía en la ciudad con su madre y para nosotros era como un semidios del futbol que nos visitaba en verano. Jugaba en las categorías inferiores del Real Murcia, y a sus 15 años tenía un cuerpo espectacular para su pequeña estatura.
Cuando jugábamos los partidillos de la pandilla yo lo hacía de portero y me pasaba todo el rato observando sus piernas y su trasero bien marcado por esos ridículos pantalones azules de la selección española del mundial del 82. Pero lo que mas me gustaba de esos partidos era cuando terminaban. Todos nos reuníamos en la orilla del huerto labrado para la ocasión a comentar los vaivenes del juego y a reírnos de los compañeros paquetes, que en todos los equipos siempre había.
Así pasábamos la mayoría de la tarde hasta que anochecía y poco a poco se iban marchando los amigos hasta que quedábamos unos tres o cuatro para terminar dentro de los arbustos del final del campo a tocarnos y mirar quien la tenía mas grande y con mas pelo.
Esos juegos a mis 13 o 14 años eran lo máximo de excitación que podía esperar y lo disfrutaba con una ansiedad preocupante para mi época.
Ramón era introvertido en su trato normal pero cuando llegaba ese momento se notaba que era el que mas experiencia tenía, o mejor dicho, el que mas vivido y lanzado era, pues nos proponía unas cosas que a los demás nos daba verdadera vergüenza, a lo que el respondía con unos aires de superioridad que de verdad me molestaba.

En una de esas reuniones tuve la gran suerte de que nos quedamos solo tres bastante temprano, Paco, uno de mis mejores amigos con los que había jugueteado varias veces a tocarnos y masturbarnos, Ramón y yo.
Extrañamente Ramón fue muy seco con Paco y se le notaba incomodo con él a lo que mi amigo se dio cuenta y se marchó de mal humor, pero sinceramente no me importó.

- ¿Porque has sido tan seco con el?, ¿es que no te cae bien Paco?
- Sí me cae bien, pero quería que nos quedáramos los dos solos. Me dijo sin titubear.
- ¿Y eso porque, que pasa?. Pregunté con curiosidad.
- Tú eres mejor que estos, son muy críos todavía, se asustan con nada.

No estaba de acuerdo con él pero mi autoestima subió en ese momento, sin duda sabía como hacerme sentir bien. Desde luego a mi me jodía que me trataran como a un niño, aunque lo era, pero oírle decir que no lo era me provocaba un sentimiento de que podía hacer cualquier cosa.

Acostados boca abajo en los arbustos abandonados no paraba de repasar con mi mirada el excelente trasero que tenía de hacer tanto deporte, y en una de esas miradas me pilló. Mi calor empezó a subir a mis mejillas y mi mirada saltó al suelo bruscamente. No quería ni mirarle la cara.

- Seguro que estas empalmado ya, ¿verdad?. Me dijo riéndose e intentando meterme la mano.
- Es por lo de antes cuando estábamos pajeandonos. Me resistí sin mucho convencimiento.
- Antes te la he mirado y la tienes más grande que la mía. ¡Déjame tocarla anda!.

Sabía convencerme para sentirme cómodo y accedí no sin antes advertirle que sólo un rato. No quería que pensara que yo era maricón.
Su mano se notaba experimentada en masturbar y poco a poco me fui relajando mientras intentaba meterme la mano por debajo del pantalón de deporte.

- Date la vuelta que te pajée bien. No te cortes que a mi me gusta tocártela, desde que te la he visto antes lo estaba deseando.

Dudando me di la vuelta y mi erección ya salía de los pantalones con lo que Ramón puso cara de satisfacción comprobando que realmente yo estaba bien excitado por el. Metió la mano bajo mi pantalón y la suave forma en que me lo hacía me hizo suspirar y cerrar los ojos dejándome hacer hasta que me sobresaltó cuando me plantó su boca en la mía y me encontré sin darme cuenta su lengua jugueteando dentro de mí. Nunca había besado con lengua y me resultó maravilloso.

- ¡Tócame el culo, que se que te gusta!. Su lengua descansó sólo para decirme eso y continuó.

Las cosas iban demasiado rápidas pero no iba a dejar que pensara que era un mojigato, aunque todo me estaba viniendo demasiado grande, todo era nuevo, pero de “perdidos al río”. Estaba dispuesto a llegar donde fuese. Recordaba mientras me besaba las veces que no podía dejar de mirarlo mientras jugábamos al fútbol y no iba dejar pasar la ocasión de sobetear ese culo que me parecía de otro mundo.

- Méteme las manos por dentro, no seas vergonzoso. Me gusta mucho como me lo tocas, se nota que tenías ganas de "cogerme por banda". Su lengua volvió a parar pero esta vez para ver como le metía las manos por debajo del pantalón.

Lo hice muy lentamente para disfrutar el momento, aunque cada vez apretaba sus nalgas con más ganas, ese culito blanco y duro estaba sin parar de moverse dirigiendo mis manos a los sitios donde él quería.

- Pajeate en mi culo, verás que rico.

Me puse encima de Ramón y rozando mi polla entre sus nalgas creí ver las estrellas. Su culo se empinaba mientras me frotaba para enseñarme su ano, pero me asustó al pensar en metérsela, nunca lo había hecho y además ya estaba a punto de eyacular. La corrida en su espalda le hizo estremecerse y empujarme con su mano para que me acostara encima de mi propio esperma sobre el. Mi polla seguía empalmada y con su mano la colocó rozando su agujero haciendo movimientos exquisitos que volvieron en un pequeño rato a ponerme de nuevo cachondo.

- ¿Quieres hacerlo tú?. No lo dije muy convencido, pero al ver lo que había disfrutado quise experimentarlo.

Revertimos nuestra posición y su pequeña verga empezó el mismo proceso que hice yo, realmente se disfrutaba mucho hasta que sentí su dedo humedecido en mi ano, me asusté y quise resistirme.

- ¿Probamos un poco y si no te entra lo dejamos vale?
- Ramón nunca lo he hecho, me da miedo. Acerté a decirle entre puros nervios y perdiendo el miedo a que me tomara por un flojo. A la vez lo deseaba.
- Duele un poco al principio, pero después verás que rico se siente, si no te gusta lo dejo, no te preocupes. Me convenció.

Para mi sorpresa su paciencia fue infinita y sentirlo encima de mí con su verga dentro bombeandome cada vez mas duro fue realmente excitante, sudaba y jadeaba junto a mi oído diciéndome si me gustaba como me follaba, si que quería que siguiese.
Yo no podía parar de gemir de placer, no quería que terminara nunca.

- ¡Me voy a correr, me voy a correr!

Sacó su polla y regó mi espalda igual que anteriormente yo lo hice, acostándose sobre su esperma en mi. No paró de besarme el cuello, la nuca, la oreja... No paraba de pasar su lengua por mi cuello lentamente lo que me activaba de nuevo y volvió a metérmela, ésta vez fue bombeambo mas suave un buen rato hasta que sentí una nueva corrida, pero esta vez dentro de mi. Eso me excitó terriblemente, sentir su leche dentro fue como darle ON a un botón y volver a sobre-excitarme.

Ya era de noche y tuvimos que irnos, el tiempo pasó muy rápido y no hubo tiempo de más. Sólo de otro beso donde Ramón mordió mi labio y volvió a coger mi polla empalmada y me dijo al oído:

- Mañana me la metes tú a mí. ¡Hasta mañana!

No dormí en toda la noche de la excitación por recordar todo lo que había pasado esa tarde, sólo quería que llegara la tarde siguiente para verlo de nuevo. Y lo vi. Vaya que si lo vi… y todo el verano nos estuvimos viendo, un verano inolvidable.

¡¡¡¡NUEVO RELATO!!!!Reencuentro con mi amor adolescente


1 comentario:

  1. Anónimo04:06

    Adorei .. Nossa estou muito exitado . Espero que um dia isso aconteça cmg, tenho 14 anos e é agora que vai acontecer, se for acontecer !

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