En la Navidad del 99 me lo
propuse al fin, voy a ir al gym a ponerme en forma de una vez. Todos mis amigos
iban y yo estaba con la vaguería muchos años sin hacer nada de deporte.
Pasaron semanas
para entablar conversación con alguien, se veían muy metidos en sus ejercicios
y yo nunca quise molestar ante tanto esfuerzo. Cuando eres nuevo la gente te
mira con escepticismo y expectación como preguntándose entre ellos cuanto
durará éste aquí.
La verdad que fui
muy constante y el respeto de los demás me lo gané en poco tiempo, no fallaba a
una sola sesión que me tocaba, incluso había días que tenía síndrome de
abstinencia por ir y me acercaba un par de horas aunque no fuese mi horario.
Toño fue de los
primeros en ayudarme a realizar algunos ejercicios e incluso participaba
activamente en mis ejercicios animándome a terminar todas mis series,
obviamente yo hacía lo mismo con él, aunque sus ejercicios eran muchísimo mas
exigentes que los míos. Participaba en competiciones de fittnes para aficionados
y su cuerpo estaba realmente bien entrenado.
Llegué a
acostumbrarme a ver normal las sesiones de espejo que la gran mayoría de
compañeros de horario hacían, era algo que al principio no podía soportar, pero
que hasta yo ya empezaba a mirarme comprobando después de cada ejercicio mis
progresos.
Toño y yo siempre
terminábamos al mismo ritmo nuestros ejercicios por lo que casi siempre
coincidíamos en los vestuarios para la ducha en incluso alguna vez coincidimos
en el spa para darnos unos baños de vapor.
Le gustaban que lo
mirasen, eso estaba claro, pues era de los pocos que se duchaba con la puerta
abierta regodeándose de su cuerpo cuando había alguien en el vestuario. Para mí
era un síntoma inequívoco de que “entendía” y poco a poco fui ilusionándome en
comerme a ese muchacho algún día.
El día a día fue
creando una confianza en la que nos contábamos confidencias cada vez mas
ocultas y mientras se duchaba empezó a ver normal que yo estuviese en frente
cambiándome o preparándome para ducharme pues seguíamos con la charla como si
tal, pero mis ojos no podían separarse de su hermoso cuerpo y sobre todo de un
trasero tremendamente parado. Se dio cuenta muchas veces de mis miradas pero no
hacía ningún ademán de ocultarse lo que alimentaba mi confirmación de que al chico yo le gustaba.
Ya cansado de tanta
insinuación sin respuesta una de las tardes que quedamos, como muchas veces,
solos en el vestuario y dentro de las conversaciones que teníamos le dije
claramente que yo era homosexual y que si le importaba.
- Ya lo sabía
desde el principio, no te preocupes, tus miradas te delatan.
- ¿Y no te
sientes incómodo con las miradas?. Insistí para ver si
la conversación llegaba hasta buen fin.
- Estoy
acostumbrado, llevo muchos años en esto, al principio si me molestaba pero
ahora es algo normal con lo que convivo, incluso ahora me gusta mucho que me
miren… y que me toquen. Su explicación la tomé con un
buen principio.
- ¿Qué te toquen
también?, ¡haberlo dicho hombre! Ja, ja, ja. Porque ese cuerpo es para
disfrutar tocándolo.
Entró en la ducha
dejándome en mis lucubraciones y fantasías, si le gusta que lo toquen quiere
decir que también es gay, quería auto-convencerme yo mismo.
- ¿Te molesta
que te mire mientras te duchas?. Me atreví a
proponerle.
- Claro que no,
puedes mirar lo que quieras… y si te apetece me puedes enjabonar. Dúchate
conmigo.
La boca se me hizo
agua sólo de pensarlo y sin dilación me desnudé dispuesto a disfrutar una rica
ducha que imaginaba como terminaría. Antes de entrar aseguré la puerta del
vestuario que teníamos, pues aún cabían cuatro personas mas y no quería
interrupciones.
Empecé por la
espalda a llenarle de jabón con verdadero placer, él no parecía tener ninguna
reacción fuera de lo normal, siguiendo por el cuello y masajeándole los
hombros. Ahí si empezó a estirar su cuello hacia atrás disfrutando el masaje
que le estaba haciendo cuando fui bajando hasta llegar al principio de ese
trasero tan vicioso que me había imaginado mil veces.
- ¿Quieres
también que te enjabone ahí? Refiriéndome al trasero.
- En todos
sitios, no te cortes que me gusta. Esperaba esa
confirmación y al fin llegó.
Mi erección era ya
tan evidente que tenía que retirarme hacia atrás para no rozarle las nalgas que
tanto estaba manoseándole, pero Toño no hacía ningún gesto que me indicara que
iba a responder a mis toqueteos.
- ¿No te gusta?,
si quieres lo dejo… Rezaba por que no lo dijese.
- Me gusta
mucho, no pares, pero es que sólo me gusta que me toquen.
En mi foro interno
estaba convencido de que en algún momento Toño respondería a mis provocantes
jugueteos con mi dedo en su ano y proseguí esperando el momento en que lo
hiciese. Le di la vuelta para comenzar por la parte delantera y su polla estaba
en semierección todavía por lo que me perdí enjabonando sus gran pecho durísimo con
unos pezones tremendamente parados.
Al llegar a sus
ingles soltó una sonrisa de placer que me invitaron a sobar su buena verga sin
ningún miramiento.
Producto de la paja
disimulada que le estaba dando su verga se empalmo completamente e hice el
gesto para bajarme y saborearla pero me frenó en seco agarrando mi cabeza.
- Sólo
me gusta que me toquen. No me gusta tener sexo. Disculpa si te he confundido.
- ¿De verdad no
quieres que te la chupe?. No daba crédito.
- No me gusta.
- Pues yo estoy
súper caliente. Voy a tener que masturbarme para bajarme el calentón. Dije con mi mejor sonrisa.
- Pajeate, que
no te de vergüenza.
Dentro de la ducha
con un tío así fue muy fácil llegar al éxtasis, sólo mirándole el trasero mi
polla explotaba, hasta que explotó. Toño me miró satisfecho y continuó con su
aseo personal.
Repetimos infinidad
de veces con la vaga esperanza de que algún día tendría algo mas, pero a lo máximo que pude llegar fue a masturbarme entre sus nalgas
mientras yo lo masturbaba a él, y sí, se corrió con gran placer.
Tuve
que dejar el gym porque empezaba a traumarme la situación, pero sigo
acordándome frecuentemente del colmo del narcisismo que sufrí y disfruté.
Y vosotros, ¿habéis tenido alguna situación tan rara?.
Y vosotros, ¿habéis tenido alguna situación tan rara?.
¡¡¡¡NUEVO RELATO!!!!: La pandilla adolescente de juegos no tan inocentes
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